Érase una vez un chaval que lo daba todo y más, como un marinero llegando a casa a través del mar, que se sinceraba con un cuaderno, una base de modelo y boli azul que siempre recogía del suelo, él luchaba por vivir junto con los sentimientos propios de su conocimiento, de la métrica y la rima aunque también metía de por medio a alguna que otra tía. Como todos él también estuvo enamorado en el pasado pero ya os lo contaré otro día, así que como decía él también iba a clase, a adquirir conocimientos que no salía rentables porque se trataban de ecuaciones lineales, por favor, quién necesita eso para comprar el pan pensaba mientras que los empollones sí se lo estudiaban. Cambiaría de estrofa y cambiaría de tema pero es que si no parecería que he hecho un copia y pega aunque a quién no le interesaría, una historia de amor, una de esas que te da un subidón. A nuestro prota, le gustaban de pequeños matices, catillos princesas y sus directrices, todo eso era muy real pero poco cierto, y la verdad es que para conseguir eso has de soñar despierto, y es por eso y nada más que nuestro pobre prota reprimía sus sentimientos, tanto de amor como de odio porque se trataba de ser bueno en este episodio, sí como te digo, bellísima persona, el chaval quería luchar por aquello que le apasiona, pero la realidad podía con su sueño y luego todo ¡bum! se desploma. Lo admito en verdad que me da penita este chaval, que además de lo anterior también era un sentimental, el tío te abría su corazón y era capaz de sentir lo que otros no: compasión.
El pobre hombre vagaba sin verdad ni perdón por la llamada calle del dolor pero era capaz de sonreír cuando escuchaba aquella canción, el chico seguía perdido en su imaginación, un mundo extraordinario en el que no tenía horario para dejar de pensar en la chica que quería. Imposible, como olvidarla si la veía todos los días aunque jamás tuvo valor para decirle lo que sentía porque vivía escondido más atrás, entre tres filas. Él seguía tatuando al cuaderno palabras que recogía pero las tenía cariño porque eran su pan de cada día.
Gracias a Carmen por ayudarme en la publicación de esta canción 😊😊😘😘
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